La Homeopatía es un método terapéutico que utiliza medicamentos homeopáticos
para restablecer la salud del paciente. Estos medicamentos se
seleccionan de forma individual para el enfermo en función de la ley de
similitud, enunciada por el Dr. Samuel Hahnemann, fundador de la
Homeopatía, a finales del siglo XVIII.
La
ley de similitud o ley de los semejantes dice que una sustancia capaz
de producir una serie de síntomas en una persona sana es también capaz
de curar síntomas semejantes en una persona enferma, administrándo esa
sustancia en dosis mínimas.
Los
medicamentos homeopáticos están indicados para tratar cualquier
enfermedad ya sea aguda o crónica, en cualquier época de la vida, y
pueden utilizarse como tratamiento exclusivo o puede darse junto con
otras terapias.
La
eficacia de la Homeopatía la avalan los mas de 200 años de experiencia
clínica de médicos homeópatas de todo el mundo y los trabajos de
investigación que se realizan en este campo.
La
Homeopatía tiene dos peculiaridades que la hacen diferente de la
terapéutica convencional que son el medicamento homeopático y la forma
de prescribir el medicamento.
En
la actualidad la edad de mis pacientes oscila entre dos meses y 93
años, y no he visto a ninguno que haciendo bien el tratamiento
homeopático, no le haya producido efectos beneficiosos.
La
manera en que actúa la homeopatía desafía nuestro sistema de creencias.
Nos han educado en la creencia que estamos enfermos porque hay algo que
nos ataca, y que debemos eliminar lo antes posible mediante fármacos o
cirugía si es necesario. Pero hace miles de años que las escuelas de
medicina ya se separaron entre los que curaban por los contrarios
(medicina oficial actual de occidente), y los que curaban por similitud
(homeopatía actual).
En
cualquier rama espiritual que estudiemos nos dice que la aceptación (no
la resignación) es la paz. La homeopatía nos hace aceptar a nivel
quántico (frecuencias) aquello que nos esta haciendo daño, y encima lo
hace, aunque no seamos conscientes de ello.
La
frase: “No se porque funciona, pero funciona” es la frase mas extendida
entre las persona que se tratan con homeopatía e incluso entre los
farmacéuticos que la venden.
Vivimos
en un Universo Quántico, todo vibra, nuestro cuerpo emite un billón de
frecuencias, cada órgano, víscera, tejido emite una frecuencia. Los
remedios homeopáticos emiten una frecuencia (cada uno la suya) y nuestro
cuerpo las reconoce.
Nuestro
teléfono móvil funciona con frecuencias, el mando del coche, el de la
puerta del garaje, y el de la tele también. ¿Por qué no usar este avance
científico en medicina? Cuando Hahnemann le puso nombre a la homeopatía
en el año 1780, decía que dentro estaba el genio del medicamento,
evidentemente no se había inventado aún la física quántica.
Actualmente
la homeopatía no solo sirve para bajar la fiebre o curar una
bronquitis, sino que estamos tratando con éxito enfermedades como:
cáncer, leucemia, hepatitis, problemas digestivos, ulceras gástricas,
hernia de hiato, alergia, asma, ansiedad, cansancio, depresión, dolor de
cabeza, migrañas, virus (papiloma, sida, citomegalovirus, herpes,
hernias discales, vértigos, mareos, problemas de circulación, etc.
Una
forma de definir qué es la homeopatía, diría que: “Es un regalo de la
inspiración humana, y una manera evolucionada de curarse, sin química ni
efectos secundarios”.
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