Se
trata de una disciplina terapéutica y de un conjunto de conocimientos
específicos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, en el
conocimiento de cómo intervienen los diferentes tejidos en la
producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas de
normalización de las funciones alteradas, técnicas que la Osteopatía ha
desarrollado durante más de un siglo de evolución de la disciplina (la
primera escuela de Osteopatía data del año 1892 en Estados Unidos) a
través de las Escuelas de Osteopatía o Facultades de Medicina
Osteopática, dependiendo del desarrollo de la disciplina en cada país.
Aunque
a la Osteopatía se la relacione fundamentalmente con problemas que
afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser humano de
forma global, como un todo, restableciendo el equilibrio perturbado
mediante técnicas manuales dirigidas a cualesquiera de los tejidos
afectados, sean estos del sistema musculoesquelético, visceral,
nerviosos etc. Se trata de una terapéutica manual que ayuda a aliviar,
corregir y recuperar lesiones musculo-esqueléticas y patologías
orgánicas. La intervención osteopática realiza un diagnóstico funcional a
partir del cual utiliza un conjunto de métodos y técnicas con finalidad
terapéutica y/o preventiva que aplicados manualmente sobre los tejidos
musculares, articulares, conjuntivos, nerviosos etc, obtienen de forma
directa o refleja, reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan
las diferentes alteraciones musculares, osteoarticulares, orgánicas y
funcionales, mejorando o resolviendo el cuadro clínico e incidiendo
especialmente en sus manifestaciones dolorosas.
Los
mecanismos de autorregulación en el organismo están asegurados por el
sistema nervioso, circulatorio y linfático. La pérdida o reducción de
estos mecanismos intrínsecos, puede llevar a estados patológicos. La
intervención osteopática podría incidir sobretodo en estados
pre-patológicos, es decir, en fases de desarreglo funcional, de
manifestaciones sintomáticas iniciales, pero por falta de información o
de cultura sanitaria, la mayoría de las veces se acude a tratamiento
osteopático en fases ya avanzadas de la alteración de salud. En estos
casos, la Osteopatía también facilita los mecanismos inherentes de
autorregulación, permitiendo que el cuerpo se recupere y consiga la
normalización de las funciones alteradas, lo que se traduce en
disminución de los síntomas y reencuentro con el estado de salud.
La
Osteopatía funciona, por tanto, respetando y facilitando la
autorregulación del organismo en cualquier patología y no tanto en
hacerlo dependiente de soluciones puramente externa o pasivas, como es
la utilización, a veces excesiva, de medicamentos. La Osteopatía, en un
contexto de abordaje holístico, a través de modelos globales
bio-médico-psico-sociales, promueve o recupera la homeostasia o
equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos corporales
musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios etc, y lo hace
con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos
identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.
El
desarrollo tecnológico manual de la Osteopatía, al incidir sobre el
conjunto de los tejidos mencionados, ha propiciado la clasificación de
técnicas en varios grandes grupos, según sobre qué tejidos actúe. Así,
hablamos de:
- OSTEOPATIA ESTRUCTURAL o dirigida al sistema musculoesquelético, donde aplicamos diversas técnicas adaptadas a cada disfunción, a cada tejido, a cada paciente, dándose durante la sesión de tratamiento, un continuo análisis y un continuo decidir del Osteópata, sobre qué técnica aplicar.
- OSTEOPATIA VISCERAL, orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, las membranas fibrosas en relación, los músculos, los diferentes planos de deslizamiento entre los órganos, los vasos sanguíneos, los nervios, todos los tejidos que aseguran el funcionamiento orgánico, deben estar libres en su paso anatómico, lo que no siempre ocurre y que puede ser debido a adherencias, tracciones miofasciales que dificultan la normal movilidad de las vísceras. Las técnicas manuales viscerales ayudan a liberar interrupciones en el flujo de movilidad, lo que ofrece al organismo una base funcional más útil, productiva y saludable.
- OSTEOPATIA CRANEAL Y TERAPIA CRANEOSACRA que actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra a través de las membranas meníngeas y el papel del líquido cefalorraquídeo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos, desequilibrios musculares etc, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, a su paso por orificios craneales o en el interior mismo, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios, vasculares etc.
Durante
el examen físico-osteopático del paciente, el osteópata evalúa el
estado anatomofuncional a la búsqueda de disfunciones en diferentes
tejidos, en diferentes sistemas, relacionados con la sintomatología,
estableciendo y correlacionando posibles reflejos psico somáticos,
somatopsíquicos, viscerosomáticos etc. Por ejemplo, un dolor somático a
nivel dorsal o en un brazo, puede ser el reflejo de una afección
visceral digestiva o cardíaca, lo que intentamos poner en evidencia
durante el diagnóstico osteopático y, de esta forma, tratar la causa
real del problema y no tanto el síntoma. A modo de ejemplo, diremos
también que, la disfunción primaria o causa de todo el desarreglo
mecánico posterior que llevará a determinado segmento a ser sintomático,
doloroso, suele situarse a distancia de este y, por tal motivo, en
Osteopatía tratamos la zona dolorosa y otros segmentos a distancia
causantes del encadenamiento de tensiones, de disfunciones articulares,
musculares etc que acaban por sobrecargar el tejido que, finalmente,
presenta el síntoma doloroso. Es muy frecuente encontrar lumbalgias que
responden a una causa primaria de antecedentes de lesiones de tobillo
mal solucionadas. Esto genera una alteración en la biomecánica de la
marcha que termina por sobrecargar la zona lumbar o cualquier otro nivel
vertebral, provocando dolor y déficit funcional.
Un
aspecto importante de la competencia del Osteópata, es establecer su
diagnóstico osteopático, al tiempo que un diagnóstico diferencial o
evaluación de problemas de competencia médica, de manera que cualquier
paciente con sospecha de patología en la cual no está indicada la
Osteopatía o en la que sea necesaria la intervención médica alopática,
el paciente es orientado al profesional médico para que realice el
diagnóstico y tratamiento correspondiente. Esto significa que la
complementariedad y la interrelación médico y osteópata, debe ser total
para garantizar un abordaje multidisciplinar en el paciente.
En
cuanto a las indicaciones de la Osteopatía y, debido al poco espacio
del que disponemos, nos centraremos en mencionar los problemas más
frecuente que se tratan y expresado de manera muy genérica.
El campo de actuación se orienta a todas las estructuras del cuerpo humano y, en lo que se refiere al APARATO LOCOMOTOR, tiene importantes indicaciones en disfunciones que cursan con dolor a nivel de la columna vertebral (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas y, en general, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), o a nivel del troco, región costal, así como dolores en los miembros superiores o inferiores (secuelas de traumatismos, esguinces, tendinopatías etc).
Igualmente tienen indicación especial las cefaleas y síndromes migrañosos, vértigos, trastornos digestivos funcionales, e igualmente de los sistemas cardiorrespiratorio, circulatorio, ginecológico etc. Multitud de trastornos relacionados con la articulación temporomandibular tienen indicación de tratamiento osteopático, es decir, la relación entre el odontólogo y el osteópata amplifica los resultados en el tratamiento de los trastornos oclusales y odontológicos en general.
En
definitiva, cualquier problema funcional que afecte al sistema muscular
u osteoarticular provocará, tarde o temprano, un problema orgánico,
dado que todas las funciones orgánicas están interrelacionadas entre sí.
Por ejemplo, la disfunción mecánica vertebral es una lesión de
naturaleza micromecánica que se automantiene, por vía refleja, con
espasmos musculares profundos (mecanismo de defensa que pone en marcha
el sistema nervioso), muchas veces reversibles de forma espontánea o por
manipulación osteopática durante una sesión de tratamiento.
Las denominadas "medicinas manuales", Osteopatía y Quiropráctica, surgieron a finales del siglo XIX en EE.UU, en concreto la American School of Osteopathy fue fundada en 1892 por el precursor de la Osteopatía, Andrew Taylor Still, otorgando el titulo de D.O (Doctor en Osteopatía).
En
1962, En EE.UU se decretó la equivalencia entre D.O y M.D (Doctor en
Medicina). En Canadá, Japón, Australia, Inglaterra y en los países de
influencia anglosajona, la Osteopatía coexiste oficialmente con otras
profesiones de la salud, médicos, fisioterapeutas, quiroprácticos etc.
En la Europa continental, diversos países como Francia, Bélgica,
Noruega, Suiza, Alemania, han adoptado el formato de estudios
independientes de entre 4 y 5 años, pero coexisten con modelos de
complementación para Médicos y Fisioterapeutas, quienes realizan
aproximadamente 1500 h. de formación complementaria.
La
especial circunstancia Española, es que en los últimos veinte años, la
Osteopatía ha tenido un gran desarrollo gracias a escuelas de alto nivel
curricular (aproximadamente 1500 h. de estudios), reconocidas
internacionalmente por su aportación al conocimiento y a la ciencia
osteopática.
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