Los
niños nacen naturalmente llenos de creatividad. De hecho, si algo
caracteriza a nuestra especie y a nuestros cachorros, es esa desbordante
creatividad entendida como experimentación, imaginación y capacidad de
dar soluciones a los problemas nuevos de nuevas maneras.
Sin
embargo, es cierto también, que nosotros mismos empeñados en que las
cosas de hagan “como deben hacerse” o las presiones del sistema
educativo, a veces adormecen esa creatividad innata. Os propongo hoy
algunas ideas para fomentar la creatividad natural de los niños que podéis, seguro, llevar a vuestros hogares y aulas.
Déjale dibujar y pintar libremente
El
dibujo no es obligatorio, ni es necesario que todos los niños amen
pintar y mucho menos a la misma edad. Pero es una forma de expresión y
disfrute enorme, siempre que no obliguemos tiempos y temas, y mucho
menos obligarles a copiar o colorear de manera prefijada y sin salirse
de unas líneas marcadas. Ya habrá tiempo para que los niños dominen
técnicas y se adentren en el dibujo naturalista. Cuando son pequeños
dejadles pintar y dibujar libremente, con materiales y superficies variadas y sin juzgar su obra.
Acércale a diferentes materiales y texturas
Cuando
hablo de materiales y texturas no me refiero específicamente a la
expresión plástica o artística, sino a todo material, que sea seguro,
que esté a vuestro alcance. Los niños pequeños aprenden mucho de sus
sentidos, y el tacto es uno de ellos y debe ser atendido con una riqueza
de experiencias que les harán descubrir lo diverso que es el mundo y
como funciona. Tierra, agua, barro, telas, metal, madera, corcho y todo
lo que imaginéis, ponedlo a su disposición.
Abraza la diversidad
El
mundo es muy diverso y conocer eso les enriquece, les ayuda a pensar de
manera diferente, a descubrir nuevas cosas y formas de vivir. Acude con
tus hijos a ferias, exposiciones, museos y actividades que apuesten por
la interculturalidad. Abraza la diversidad.
Déjale que juegue disfrazado
El
disfraz ayuda a que el niño experimente nuevos roles y situaciones,
alentando su creatividad en el juego y en la vida. Es una forma de
expresar sus deseos y descubrirse capaz de ser lo que desee ser. Es más,
os diría que les permitáis disfrazarse de lo que quiera y cuando quiera.
Incluso si quiere ir a la calle disfrazado, o a una fiesta o a casa de
sus abuelos, adelante, no hace daño a nadie y les estamos dando el
reconocimiento a su propia personalidad.
Léele, léele, léele
Si, léele mucho,
lecturas de todo tipo, cuentos, tebeos, revistas, fragmentos de
novelas, de libros de divulgación científica… un niño al que se le lee
descubre la maravillosa experiencia que es la lectura y todo lo que va a
poder encontrar en los libros. No importa incluso que ya sepa
leer, sigue leyéndole tú. Y otra cosa importante, déjale elegir sus
lecturas. Sugiere, comienza, pero nunca obligues.
Llévale a museos de todo tipo
Los museos son espacios llenos de vitalidad y conocimiento,
verdaderos tesoros del conocimiento humano al alcance de todos. Hay
muchos y todos valen. Visita con los niños museos de ciencia, etnología,
antropología, historia, pintura, traje… No es necesario que sean museos
infantiles, siempre que respetes el que en alguno se aburra y quiera
irse o que solo quiera estar un ratito, les van a encantar.
Háblale de descubrimientos científicos con naturalidad
Los
niños desean entender el mundo y como funciona. La ciencia es la
respuesta. No es necesario que todo lo vayan a descubrir ellos solos,
hay respuestas que podemos ayudarles a encontrar. Haced experimentos. Háblale de descubrimientos científicos,
de los grandes hombres que los realizan, de los misterios que seguimos
sin haber resuelto. Ved documentales o series sobre contenido
científico, también las hay infantiles si las más elaboradas les cansan.
Cuéntale historias de creadores
Cuéntale historias de grandes creadores:
la vida de los inventores, escritores, pintores, arquitectos, viajeros y
descubridores es una fuente de inspiración enorme que les hará amar esa
creatividad que desplegaros y apasionarse con la propia. Si tú no las
conoces, adelante, empieza ahora. A ti mismo te va a ayudar
mucho descubrirlas para poder contárselas.
Cultiva su inteligencia emocional
La inteligencia emocional es
una parte importante de la creatividad, pues nos va a ayudar a
atrevernos a hacer algo diferente y a conseguir nuestros locos sueños.
La autoestima y la confianza en uno mismo es parte fundamental del
proceso creativo. Saber entender como nos sentimos nosotros mismos,
poner nombre a nuestras emociones y tratar a los demás como desearíamos
que nos traten, comunicarnos y poner límites si nos dañan es
indispensable.
Evita juzgar sus resultados
Cuando el niño experimenta y crea lo más valioso es el proceso, por tanto, evita juzgar sus resultados y
no califiques o critiques sus logros. Puede que te pida opinión, y
comparte con él la alegría que ha vivido y lo que ha aprendido, pero no
resaltes los “defectos de forma” y mucho menos califiques su trabajo o
pongas notas. Felicítalo, anímalo por lo que ha hecho, pero no dejes
sobre él la responsabilidad de hacer las cosas “bien” como otros creen
que deben ser.
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