Otra
vez leo en diversos medios artículos que nos cuentan lo mal educados
que están los niños de ahora, caprichosos y mimados, exigiendo que se
les pongan claras las cosas y aprendan a obedecer sin rechistar lo antes
posible. Y yo, más que deciros como reconocer que vuestros hijos son
unos maleducados, os voy a recordar las señales de que los estáis educando muy bien.
Son empáticos
Los
niños aman a sus padres, incluso los aman cuando los padres no lo
merecen, pero si sois padres que educan bien a sus hijos os daréis
cuenta de que a ellos les importa que os sintáis bien, demuestran
preocupación si estáis cansados, enfermos o nerviosos y procuran
colaborar para que las cosas os sean agradables y os sintáis felices.
Los niños demuestran que son capaces de ponerse en la piel de otros y
sentir sus emociones. Los niños bien educados son empáticos.
Pronto podréis constatar que, como decía, los niños que reciben una buena educación son empáticos,
aunque es justo esperar que a veces sus impulsos y emociones no nos
dejen verlo. Pero si no vemos en ellos empatía habitualmente, deberíamos
estar alerta y revisar si nuestra manera de tratarlos no es la más
correcta.
Los
niños aprenden sobre todo de lo que hacemos los adultos, mucho más que
de lo que decimos. Así que si sabéis demostrar amor a vuestros hijos y
sois sinceros con ellos, evitáis los chantajes o las presiones
excesivas, es seguro que ellos os devolverán el amor con creces y os
sorprenderán con gestos amables y considerados.
Esta
empatía podremos observarla también hacia otras personas, especialmente
hacia hermanos pequeños, niños más chiquititos o animales indefensos.
Si nuestro hijo hace daño a otras personas, no siente su sufrimiento o
le parece divertido, deberíamos preocuparnos. Los niños bien educados
quieren que otras personas se sientan bien pues es lo que han aprendido
que hacen los seres humanos.
No toleran los abusos de poder
Si
hemos educado bien a nuestros hijos sabrán reconocer los
comportamientos abusivos y agresivos de otras personas, no aceptarán
amenazas y no considerarán que deben callar y obedecer a cualquier
adulto, sobre todo si esté no se comporta bien con ellos. Y eso se nos
aplica a nosotros mismos. Los niños bien educados no toleran los abusos de poder.
Cuando
cualquier persona, incluso si somos los propios padres, actúa de forma
injusta o abusa de su poder, un niño con una correcta educación sabrá
que merece ser respetado en todo momento y reclamará sus derechos sin
miedo.
Si
los comportamientos violentos o injustos los sufre fuera del hogar: con
la familia, amigos o en la escuela, no temerá contarnos lo que ha
pasado directamente, sin dejar que las situaciones aumenten de gravedad.
Si le gritamos y nos dice que no le gritemos, es que estamos educándolo
bien.
Un
signo de que un niño está bien educado es que, incluso, sabe responder a
un adulto impertinente o grosero con seguridad y sin faltar al respeto
pero poniendo claros los límites de lo que va a aceptar.
Esta educación de autoprotección, respeto y seguridad en uno mismo
y sus derechos debe comenzar desde la infancia y será una herramienta
que toda la vida le ayudará. Si desde niños les enseñamos que nadie
puede faltarles al respeto y que no deben tolerar agresiones de ninguna
clase podrán aventurarse en la vida, lejos de nuestra protección, con
mucha más tranquilidad y capacidad de reacción.
Son ellos mismos
Los
niños transmiten alegría con facilidad pero la felicidad completa no se
limita a horas de juego o risas cuando ves algo gracioso, como bien
sabemos los adultos. La felicidad competa es una actitud ante la vida y
las personas, demostrando que no tememos mostrarnos como somos realmente y acogemos las diferencias de los demás con respeto.
Los
niños que se muestran seguros, que hablan con otras personas sin temer
recibir burlas o regaños, y que muestran como son capaces de disfrutar
de momentos de todo tipo, sin dejarse vencer por las dificultades, nos
están enseñando que saben ser felices.
Que
un niño sea capaz de mantener sus opiniones sin sentirse intimidado por
ti ni por nadie, ni necesite tampoco ponerse agresivo para defender su
postura u opinión. Que tu hijo se sienta valioso por ser quien es, que se respete a sí mismo y a los demás es claro signo de que está siendo bien educado.
Señales de que tu hijo está bien educado
Los
padres cometemos muchos errores en la educación y la crianza de
nuestros hijos. Somos irracionales, caprichosos, mandones, egoístas,
ignorantes… en demasiadas ocasiones, pero incluso así podemos educar
bien a los niños.
Un signo casi infalible de que estamos educando bien es que nuestros hijos
sean personas felices y que a ellos y a nosotros nos haga felices pasar
tiempo, mucho tiempo, juntos. Si eso falla, entonces claro que
deberíamos replantearnos que estamos haciendo para no educar bien a
nuestros hijos y cambiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario